El solo hecho de pensar, que he estado pensando en él demasiado...
y verlo ahí sentado diario...
me hace creer que es un tipo de novela acustica en mi cerebro que comienza a desvaratarse ya...

es que ese día me quede dormida en el sillón, mientras que por la tv anunciaban los estrenos de la semana,se dibujaba en mi sueño,un comercial de el actuando consigo mismo muy severamente...

es que lo ví, me detuve y dibuje esa imagen para siempre, sentado, al lado ella...

pero ya no puedo hacer nada, la falta de interes se me escapa... y en los leves soplidos de su voz susurrandome a veces, me encuentro con la posibilidad de que el aun me necesita (solo en situaciones muy graves, donde no le queda mas que ir conmigo)y a veces duele, aun no entiendo porque, peor esta situacion terminara por alejarme de el...

y que le amo tanto,que escribo entradas en un blog dedicado a la sombra de Laura despues de que el se fué...

-¡Uh, uh, uh! -cacareó Tarpaulin sin fijarse en la excitación general-. ¡Uh, uh, uh! ¡Uh, uh, uh! ¡Uh, uh, uh! Estaba yo diciendo, cuando Mr. «Rey Peste» me interrumpió, que una bagatela de dos o tres galones más o menos de ron con melaza nada pueden hacer a un barco tan sólido como yo sin estar demasiado cargado; pero cuando se trata de beber a la salud del diablo (a quien Dios perdone) y ponerme de rodillas ante ese espantajo de rey a quien conozco tan bien como a mí mismo, pobre pecador que soy..., sí, lo conozco porque se trata de Tim Hurlygurly, el cómico de la legua..., pues bien, en ese caso ya no sé realmente qué pensar.

No le permitieron acabar tranquilamente su discurso. Al oír el nombre de Tim Hurlygurly la reunión entera saltó en sus asientos.

-¡Traición! -gritó su majestad el «Rey Peste 1».

-¡Traición! -gritó el hombrecillo gotoso.

-¡Traición! -gritó la Archiduquesa Ana-Pesta.

-¡Traición! -farfulló el caballero de las mandíbulas atadas.

-¡Traición! -exclamó el del ataúd.

(El Rey Peste por Paulo Coelho)